martes, 20 de julio de 2010

El Pollo Bonanza

Quiénes me conocen cercanamente sabrán de mi afición al Pollo Bonanza, quien vive en El Salvador y específicamente en su capital San Salvador habrá oído mencionar del famoso "Pollo broiler al pastor que no tiene sucursales" y así es este pollo está ubicado en el 525 de la Calle Arce en el corazón de la capital y su sabor una vez que lo prueba te atrapa y te dan ganas de degustarlo nuevamente; su mayor volumen de ventas es para llevar aunque también hay unas cuántas mesas y es típico que especialmente los fines de semana se hacen largas colas, y que en promedio un fin de semana normal para llegar al mostrador hay que esperar 30 minutos, si es un día festivo o hay algo diferente se puede esperar hasta 1 hora, que en lo personal es lo que más he esperado, quienes verdaderamente amamos el Bonanza no nos importa esperar y de esos habemos varios ya que cabría imaginarse que al ver semejante número de personas los clientes se van, pero en realidad son pocos los que abandonan la fila, y al llegar se obtiene la recompensa del inigualable sabor del Pollo Bonanza. ¿La clave del sabor? Pues es un verdadero secreto, pero elucubrando un poco creo que está en la sazón de una mezcla de ingredientes en donde he identificado por medio de mi sentido del gusto: Jengibre, Comino y clavo y además creo que esa sazón no solo va superficialmente sino que quizá la inyectan a la carne del pollo, pero esas son solo especulaciones y el secreto y el misterio del sabor es parte del éxito del Bonanza.

Hay ciertas singularidades del Bonanza y sus alrededores que lo hacen especial,como ya he mencionado no tiene sucursales y sólo está en el centro de San Salvador, su única forma de pago son los dólares de los Estados Unidos de América en efectivo y como en la mayoría de lugares de San Salvador no billetes más altos de USD $20.00, las señoras que atienden en el mostrador tienen décadas de estar ahí, el guardia de seguridad con sus decenas de cadenas y esclavas de grueso calibre, la canción "Mágicas princesas" sonando incansablemente en una venta de CD´s cristianos sobre la acera de la Calle Arce, la Sra. que está afuera pidiendo como limosna las monedas del cambio y quien compra (Si compra, no lo regalan) los pellejos y huesitos con un poquito de carne que sobran de las bandejas donde despachan el pollo y en fin hay tantas cosas más de este pollo que usted puede agregar en los comentarios.

Comparto unas fotografías del Pollo Bonanza: Su local, la cajita con el pollo en la mesa servida acompañado con un vino Sauvignon Blanc sudafricano, la Señora que pide el vuelto y compra los pellejos y huesitos de pollo, la cola e incluso de una celebración en el Hospital Policlínico Arce donde comimos si ¡POLLO BONANZA!