sábado, 6 de diciembre de 2008

Los extintos supermercados de San Salvador I: La Cooperativa de la Fuerza Armada (COOPEFA)

Volviendo con los temas nostálgicos, después de la serie en seis entregas de los extintos cines de San Salvador, hoy asalta a mi memoria los extintos supermercados de San Salvador, en esta época en que esos negocios se llenan de compradores, dónde hay una gran variedad de productos perecederos y no perecederos a escoger, dónde una cadena de Supermercados tiene más de 60 sucursales en todo el país, hace unos veinte años todo esto era impensable en El Salvador, viviamos una época de conflicto armado, de enfrentamientos, de retenes militares por diestra y siniestra y además la economía salvadoreña estaba bajo control estatal del Partido Demócrata Cristiano, existiendo un control de divisas (que por cierto propicio el mercado negro de dólares) y además un estricto control de las importaciones, resultando en los ochenta todo un lujo conseguir productos estadounidenses y/o europeos como chocolates, uvas y manzanas de Washington, perfumes franceses, juguetes extranjeros, ropa importada, etc. algo que ahora es tan normal y cotidiano en las góndolas de los supermercados; pero en los ochenta todo esto era un lujo y existía una gran ansia de encontrar algún familiar que viajara a los Estados Unidos para encargarle cualquiera de estos objetos, para cambiar los dólares la forma más fácil y más arriesgada era ir a la Diagonal Universitaria por Correos de El Salvador y rápidamente se le acercaba una nube de ¨cambistas¨ con calculadora y billetes verdes en mano, ofreciéndoselos baratos y sin tantas vueltas, colas ni justificaciones, el cambio oficial de aquella época era de cinco colones por un dólar, en el mercado negro se conseguían más caros, pero sin necesidad de ningún documento; vaya cosa hoy nuestra economía está dolarizada y el oficio de cambista se extinguió como tanto cine y tanto supermercado. Pero si no tenías ningún familiar que viajara a los EE.UU. la forma aún más fácil de conseguir estos productos era tener un familiar que tuviera el anhelado carnet para ingresar a la Cooperativa de la Fuerza Armada.

La Cooperativa de la Fuerza Armada o ¨la cope¨ como se le conocía en los círculos informales estaba ubicada en la Colonia Arce de San Salvador, una colonia de militares, cerca de la Autopista Sur hoy Boulevard de los Próceres, una colonia que en los ochenta estaba completamente militarizada con muchos retenes y barricadas y de cuya seguridad era responsable directamente el estado mayor conjunto de la Fuerza Armada, ahí vivían muchos oficiales de mediano y alto rango. Para tener derecho de entrar al complejo de la COOPEFA que incluía un supermercado, almacén, óptica, cafetería y un complejo de negocios independientes había que tener un carnet que lo acreditara como socio, que se podía obtener si se era oficial o miembro de la Fuerza Armada, cónyuge o familiar de éstos, o si se trabajaba en una dependencia de la Fuerza Armada, ese último era el caso de mi madre, quien laboraba por esas épocas en el Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA) entonces tenía derecho a entrar, también tenían derecho sus hijos menores de edad, por lo que siempre me llevaba a mi y a mi hermana mayor, mientras mi papá se tenía que quedar esperando afuera, el control era estricto, a la entrada había un Policía Militar que chequeaba que todo estuviera en órden. En esa época de carestías entrar ahí era entrar a otro mundo: Un supermercado con abundancia de productos importados, uvas manzanas de Wahington, en el almacén ropa importada y perfumería europea, y el departamento de juguetes con una gran abundancia, un sueño hecho realidad para un niño, para mi era un sueño el ir ahí y sólo con ver volvía maravillado, sentía que venía de un mall de Miami, recuerdo que la gente se admiraba y con un tono de envidia le decían a mi mamá: Usted puede entrar a la cope! y después le hacían los respectivos encargos: Que un perfume, un juguete, una ropita de niño, que una botella de aceite Mazola, en fin, todo lo que escaseaba y que era raro encontrar aquí en El Salvador. Me recuerdo para la época navideña en los pasillos uno se encontraba a los altos mandos militares de aquella época comprando litros y litros de Whisky Escocés para sus celebraciones, y ahí estaba yo testigo de aquella opulencia en tiempos de crisis, una burbuja en medio de San Salvador.

El tiempo fue avanzando y vino 1989, y un cambio de gobierno a ARENA, el ex-presidente Alfredo Cristiani, rápidamente le dio la vuelta a la tortilla: Reprivatizó la banca, quitó el control de divisas, el mercado paralelo e inmediatamente El Salvador se volcó al libre mercado y al neo-liberalismo y empezaron a proliferar tiendas de conveniencia en las gasolineras donde se encontraban chocolates importados, licores importados, los supermercados empezaron a vender manzanas y uvas, que igualmente se encontraba en las calles del centro de San Salvador, y la Cooperativa de la Fuerza Armada fue perdiendo ese encanto de lo prohibido y exclusivo, poco a poco fue decayendo el número de visitantes y compradores, hasta el punto que decidieron abrirla a todo público allá por finales de los noventa, después el supermercado fue comprado por la Despensa de Don Juan, y el almacén se quedó con las mismas cosas de los años ochenta sin renovarse, fue cayendo poco a poco en la desgracia hasta que cerró sus puertas, hubo intentos de resucitarla, hasta hubo un almacén de la COOPEFA en Metrocentro dónde hoy es la Panadería San Martín, pero todos los esfuerzos fueron en vano, hasta que cerró definitivamente sus puertas y sólo queda como un recuerdo de una época en dónde se podían conseguir bienes de consumo restringidos y escasos, convirtiéndose en un extinto supermercado de San Salvador, recuerdo que ahí fue el primer lugar dónde vi máquinas escaneadoras de códigos de barras y cajas registradoras automáticas después eso fue una generalización en todos los supermercados de San Salvador. ¿Alguien recuerda a la Cooperativa de la Fuerza Armada o a algún otro supermercado extinto de San Salvador? Continuaré en próximas entregas.

2 comentarios:

Mariocopinol dijo...

Si me acuerdo ! mi abuela que era cuñada y hermana de militar tenia acceso y me has hecho recordar aquello! muy buen post!

Rocío dijo...

Pues no me acuerdo, pero seguro que mi papá sí, le preguntaré y te cuento.

Buenas tardes!