Los Santos Niños Inocentes

Parroquia de los Santos Niños Inocentes. Antiguo Cuscatlán (Foto tomada con cámara análoga Leica Z2X 35mm digitalizada con scáner de negativos Noritsu QSS)

Hoy día se conmemora como cada 28 de Diciembre a los Santos Niños Inocentes, según el relato bíblico el Rey Herodes mandó a asesinar a todos los niños recién nacidos varones en un día como hoy porque le habían dicho sus asesores que había nacido un nuevo rey, ¨El rey de reyes¨ y el obviamente no quería perder su hegemonía en su reinado, así que estos niños murieron por Jesucristo quien se encontraba con su familia refugiados en Egipto y así se pudo salvar de ese decreto nefasto.

Cada 28 de Diciembre el pueblo de Antiguo Cuscatlán, La Libertad se viste de fiesta al conmemorar a los Santos Niños Inocentes con una fiesta de antigua tradición y sincretismo entre el Cuzcatlán pre-hispánico y el Cuzcatlán cristiano. Doña María de Baratta en su libro ¨Cuzcatlán típico¨ hace referencia a esta fiesta y entre recuerdos y una narración en crónica poética reseña esta fiesta de Antiguo Cuscatlán, hace mención en un primer lugar que el pueblo se llama de esa manera por existir otro que se llama Nuevo Cuscatlán, pero que es el primero el que guarda la historia del señorío de Cuzcatlán.

Es una fiesta de fervor popular donde distintas personas de diversos lugares del país llevan a sus ¨niños¨ ya sea en carrozas o en canastas en señal de un favor recibido o de una petición especial o simplemente como una devoción a los santos niños inocentes. El día 27 de Diciembre - en la víspera- van entrando en grupos acompañados de músico y en procesión las distintas imágenes de los niños desde el redondel del indio Atlacatl hasta la parroquia de los Santos Niños Inocentes ahí son inscritos y llevados a un salón donde son expuestos durante todo el día y se forman sendas filas de fieles para venerarlos cada quien según su fe y tradición, hay quienes dan una ofrenda, otros que llevan velas y también hay quienes a los pies de la centenaria imagen de la ejecución de los niños en el altar de la parroquia -que es paso obligado al hacer la fila- dejan una pequeña ofrenda en cera que simboliza un miembro del cuerpo humano que ha sido sanado, ya sea un brazo o una pierna. Al día siguiente sale la procesión de todos los niños por las principales calles de la ciudad.

A esta Fiesta Patronal asisto desde hace unos 7 años, antes sólo la conocía por los medios de comunicación y a mi mamá siempre le había atraído hasta que decidimos ir y después nos hicimos seguidores de esta fiesta desde hace ya varios años mi mamá lleva su cesta con dos niños que llevan los nombres de sus nietos: Juancito y Alejandrito, éste año no fue la excepción y visitamos el día 27 junto con mi novia Natalí, mi hermana Ruth Emelina y mis dos sobrinos: Juan y Alejandro esta fiesta tradicional salvadoreña que es parte de nuestra cultura, de nuestra religión católica y una parte más de lo que me hace estar: Orgulloso de Ser Salvadoreño.